"Te regalo la luna"

Tengo una extraña obsesión por la luna, no importa en que fase se encuentre, si es nueva, si crece, si mengua o se llena, pero por más que me encante ese pequeño foco nocturno si hay algo que ya detesto es esa frasecita tan trillada que muchos dicen para impresionar: "Te regalo la luna", si hiciera la cuenta de las veces que me han "regalado la luna" seguro tendría millares de ellas, ¿Pero eso para qué? ¿Para qué tantas? ¿Qué podría hacer con ellas?. La luna es una sola, es única en el mundo, es tan perfecta, tan mágica y tan brillante, que regalarla o aceptarla como regalo sería quitarle su valor.

Una noche como cualquier otra no podía dormir, me levanté de la cama, abrí la puerta, salí al balcón en pijama, aunque me moría del frío preferí quedarme allí antes que volver a acostarme después de ver aquel espectáculo en el cielo, vi una luna inmensa en cuarto creciente, blanca como la nieve y brillante como el sol, a su alrededor había una luz aún más pequeña que ella, era intermitente, también había una nube en forma de corazón a la que no podía dejar de mirar, de repente vi como un pequeño castillo sobre ella construido con trozos de cristal que terminaba de iluminar aquella escena.

En la calle había mucho ruido, la gente que pasaba de un lado para otro, motos que aceleraban y carros que pitaban, pero nada de eso podía distraerme, de repente escucho una voz, miro nuevamente al cielo y esa voz provenía de aquel pequeño castillo de cristal, no era una voz femenina ni masculina, no sé como describirla, era una voz de un ser pequeño, dulce y angelical, me dijo: ¿Sabes qué sería muy bonito? Que vieras esta y todas las lunas del futuro de la mano con alguien, no puedo negar que en un principio me asusté, no supe que decir, pero después de varios minutos de pensar en que las palabras de la pequeña vocesita no estaban tan lejos de la realidad, le dije, es probable que tengas razón pero es que la verdad no me hace falta.

-Yo sé que no te hace falta, pero sería bonito.
  -Prefiero mirarla yo sola, así no la comparto y me pertenece solo a mi.
-Si algún día te animaras y te decidieras elegir a alguien para compartirla, ¿A quién escogerías?
  -Indudablemente a alguien que nunca tuviera la más mínima intensión de regalármela,
   alguien que pudiera descubrir su inmenso valor junto a mi y estuviera dispuesto a
   compartirla conmigo en una noche como esta.
-¿Me creerías si te digo que la persona que algún día me mirará junto a ti está leyendo esto en este mismo instante? No sé cuanto tiempo ha pasado desde que lo escribiste, quizá días, semanas, meses o años, pero justamente hoy él lo está leyendo, sé paciente y sigue esperando, tu luna no merece ser compartida con cualquiera y lo sabes.
 .-Aquí comprendí que esa pequeña voz angelical era la de la misma luna detrás de ese
    pequeño e iluminado castillo de cristal, y se despidió diciéndome:

Nunca permitas en tu vida a alguien  que
te diga "Te regalo la luna".

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