MIENTRAS LLEGAS...



Prometo escribirte cuando amanezca, cada mañana al despertar, dejarte una nota al lado del desayuno así no sea yo quien te lo prepare, dejar apuntes de mis frases favoritas entre tus libros, cada tarde entre los pitos de los carros que sin esperar quieren pasar uno encima del otro, entre el vaivén de la gente, aunque me lleguen las 3:00pm y aún no haya podido almorzar te enviaré un mensaje, sin importar lo agobiante que sea mi día, así sea para contarte que el asesino de la hija de mi clienta quedó libre y no pude hacer mucho; cada domingo que estés acostado junto a mí te voltearé y escribiré poemas cortos en tu espalda, te diré al oído que quiero tenerte siempre, para que veamos juntos cada puesta de sol y las próximas lunas llenas, que cada solsticio de invierno y los doce días de navidad estemos ahí, tú para mi y yo para ti, cada que nos toque viajar a destinos diferentes procuraré dibujar letras en papel y enviarlas donde quiera que tú estés, al menos una vez.

Cada martes lluvioso, piensa que por cada gota de agua que caiga al suelo obtendrás una letra, con cada letra formarás palabras, con cada palabra escribiremos historias nuevas cada día que sea necesario, inventaremos recetas en la cocina, prepararemos nuestras comidas favoritas, agregaremos ingredientes nuevos y cada que esté lejos de ti describiré cada lugar, cada momento, cada olor, cada sonido del aire, detalle a detalle, para que sientas que también estás ahí, conmigo.

No sabes cuanto tiempo llevo sentada en esta piedra esperando por ti, confundiéndote hasta con los colores del cielo reflejados en el agua, no sabes cuantas lágrimas he derramado creyendo que por fin has llegado; a veces regreso a casa, de repente siento que tocan mi puerta, al abrir siempre sucede algo diferente, algunas veces no es nadie, otras, preguntan por personas que nunca vivieron ahí, algunos pretenden hospedarse como si se alquilara alguna habitación, no tengo más que ofrecer que un viejo sofá, pero entre tantos llamados a la puerta, nunca eres tú.

He sido egoísta contigo y conmigo, lo reconozco, pero no por eso voy a buscarte, ni permitiré que me busques, porque en los lugares donde pretendamos que nos podemos encontrar no vamos a estar, va a llegar un día, va a haber un lugar donde tú estarás y yo estaré, y ese día no sabremos que siempre fuimos los dos, que siempre fuimos tú y yo, que siempre me esperaste, que siempre te esperé, a pesar de los años, a pesar de las distancias, a pesar de las diferencias horarias, a pesar del calor, a pesar del frío, a pesar de vuelo de las aves, a pesar del aleteo de una mariposa, a pesar de todo y a pesar de nada, solo con el tiempo descubriremos que en realidad éramos a quienes estábamos esperando.

No te imaginas cuantas veces corté mi cabello, para no hacerme daño, con lágrimas que bajaban como torrentes de agua al abrir y cerrar mis párpados, recorrían mis mejillas, bajaban por mis labios, comenzaba a sentir mi garganta seca y mi cuello húmedo, con mis propias manos me acariciaba, desde mi hombro hasta mi antebrazo, con delicadeza y con fuerza a la vez, apretaba mis manos, mis dedos se enlazaban entre ellos como diciéndose a sí mismos, "no estamos solos y nunca lo estaremos".

Cuando llegues no hagas preguntas, solo abrázame, cierra los ojos y mírame, lee mi mirada, eso es todo lo que quiero decirte y todo lo que necesito escuchar.

Mientras tanto esta noche fría seguiré esperándote, mientras llegas...



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