EL PEQUEÑO ESCRITOR II

Efecto luna llena...

Acabo de despertar, son las 6:15am, tenía que estar en una reunión a las 7:00am, ¿Adivinen qué pasó? pues llegué tarde, me levanto, enciendo el PC, hago unos últimos ajustes a un informe sobre "Conciliación con enfoque de género", hice lo que pude, lo envié a mi correo y a las 7:00am me metí a la ducha, para resumirles el cuento llegué a las 9:00am a la reunión, ya todas mis compañeras de trabajo habían desayunado, llegué sonriente y a todas las saludé con el cariño de siempre como si nada, 20 minutos después la reunión culminó, adelantamos trabajo y contamos historias.

Ya era medio día, comenzó a tronar, empezaron a caer gotas, pero no tardaron en secarse, alguien especial me invitó a almorzar, sin pensarlo dos veces acepté, después de dos horas, viendo el caótico tráfico de la ciudad, el aguacero que amenazaba y el frío que poco a poco aumentaba, decidí continuar el trabajo en casa y resolví regresar, pero opté por caminar, sin imaginar que sucedería lo inesperado...


De repente iba caminado por una calle de esta enorme ciudad, miré hacia mi derecha y vi una puerta grande y angosta, era un salón un poco grande, atiborrado de libros, no dudé en cruzar la calle, de pronto el pito de un carro me paralizó de inmediato, iba tan concentrada como quien ve al amor de su vida esperando por ella al otro lado de la línea, en medio del susto terminé de cruzar, entré como una niña curiosa de 4 años, miraba y miraba sin parpadear, me sentía viviendo un sueño, tomé uno al azar, "Efecto Luna Llena" de un autor no reconocido, era un nombre nuevo para mi, de la nada salió un señor de cabellos blancos, a pesar de la edad que aparentaba aún tenía su espalda erguida y una sonrisa tierna, me dijo "Lee, lee todos los que quieras, tómate esta taza de café que afuera hace mucho frío, si deseas más, solo pide otra", no hice más que sonreír y agradecer, sin darme cuenta se me fue la tarde en aquel cómodo y acogedor lugar, me leí 3 (tres) libros completos, pues eran libros de bolsillo, no eran muy grandes los que escogí, el que más tenía, tenía solo 202 páginas, pero hubo algo especial y en común entre aquellos libros, tenían un mismo patrón y llevaban una especie de secuencia, de manera que decidí mirar otros más por encima y descubrí que todos, absolutamente todos los libros de aquella librería tenían por autor a la misma persona, era él, El Pequeño Escritor, el de la aldea de aquella historia, por fin lo pude conocer, supe existe y que es real el protagonista de aquella historia, el mismo que sin conocerme me ofreció una taza de café, nunca perdió la fe, pasó de escribir cartas de amor a escribir historias que te atrapan desde el principio hasta el final, nunca desistió.

De inmediato corrí a buscarlo, pero ya no estaba, no lo encontré por ningún lado, no me quería ir de aquel lugar sin antes hablar con él, sin preguntarle cuál fue el primer libro que escribió cuando era niño, algo me dice que fue el primero que tomé, el "Efecto Luna Llena", porque mientras lo leía me sentía especial, me sentí dentro de él, me sentí la protagonista, es más, hasta podría jurar que fue escrito para mi.

Prometo mañana regresar y espero encontrarlo en aquel mágico lugar.

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