La promesa...
¡NUNCA MÁS!
¿Cuántas veces lo dijiste? ¿Cuántas veces te lo prometiste? ¿Cuántas veces te fallaste?
¿Cuántas veces te mentiste? ¿Cuántas veces lo volviste a hacer?
Creo que no hay mejor acusador que la mente en una noche de insomnio, ese sentimiento de culpa y de rabia hacia ti, que sientes que noche tras noche se aferra más, no te deja dormir, te acorrala y no te permite descansar. No es la primera vez, no es la primera noche, simplemente es una más, ya deberías acostumbrarte, pero todavía no te acostumbras y crees que nunca lo harás, ya no aguantas más y crees que vas a enloquecer.
¿Cuántas veces lo dijiste? ¿Cuántas veces te lo prometiste? ¿Cuántas veces te fallaste?
¿Cuántas veces te mentiste? ¿Cuántas veces lo volviste a hacer?
Creo que no hay mejor acusador que la mente en una noche de insomnio, ese sentimiento de culpa y de rabia hacia ti, que sientes que noche tras noche se aferra más, no te deja dormir, te acorrala y no te permite descansar. No es la primera vez, no es la primera noche, simplemente es una más, ya deberías acostumbrarte, pero todavía no te acostumbras y crees que nunca lo harás, ya no aguantas más y crees que vas a enloquecer.
Ya deberías estar durmiendo, mientras tanto estás pensando en... La verdad no sé, solo tú sabrás, cuando cae la noche hay mil cosas en las cuales pensar, quizá en ese contrato que acabas de firmar o en ese empleo que todavía no llega, en esa deuda del banco, en esa persona que se fue el cielo y que hace mucho no ves, en ese amor que no fue o en ese amor con el que tanto sueñas.
No sé si es posible pensar en alguien que no existe, o tal vez todavía no sabes que existe, te basta con imaginarlo, quizá soñando en blanco y negro o tal vez a colores, dándole la espalda a la pared y pensando en alguien más. A veces hace falta alguien a quien puedas llamar a media noche y decirle: "No puedo dormir, necesito hablar con alguien", contarle que tus dolores de cabeza todavía persisten, contarle cada detalle de lo bien que te fue en el día, sobre todo en noches como estas cuando el sueño está lo más inalcanzable que te puedas imaginar, cuando la noche comienza a recordarte los errores que cometiste, cuando te dice "No te arrepientas, pero no lo repitas", pero a la vez te recuerda momentos bonitos que te hicieron sonreír y lágrimas que nunca volverán.
No sé si es posible pensar en alguien que no existe, o tal vez todavía no sabes que existe, te basta con imaginarlo, quizá soñando en blanco y negro o tal vez a colores, dándole la espalda a la pared y pensando en alguien más. A veces hace falta alguien a quien puedas llamar a media noche y decirle: "No puedo dormir, necesito hablar con alguien", contarle que tus dolores de cabeza todavía persisten, contarle cada detalle de lo bien que te fue en el día, sobre todo en noches como estas cuando el sueño está lo más inalcanzable que te puedas imaginar, cuando la noche comienza a recordarte los errores que cometiste, cuando te dice "No te arrepientas, pero no lo repitas", pero a la vez te recuerda momentos bonitos que te hicieron sonreír y lágrimas que nunca volverán.
Cada quien tiene un motivo de desvelo y una promesa por cumplirse a sí mismo.
Mientras tanto das vueltas en la cama, miras al techo, cierras los ojos, buscas tu sueño y los abres nuevamente porque definitivamente no lo encontraste. Solías dormir temprano y madrugar a diario, de un tiempo para acá tu vida cambió, tus horarios de sueño al parecer cambiaron de rutina, pero reconoces a la noche como tu única y mejor compañía, aunque a veces te recuerde cosas que no quieres.
15 días después...
Esa sensación de que te hace falta algo poco a poco va desapareciendo, eran casi las nueve de la noche, frente a mi estaba Lily Collins protagonista de una de mis películas favoritas "Evitando el amor", pero esta vez protagonizando "To the bone", un estreno de netflix, donde ella vivía la realidad de una chica con anorexia, después de "Abzurdah" -una historia de la vida real protagonizada por otra de mis favoritas, la Argentina "Cielo Latini"-, no había visto algo similar y tan dramático, junto a mí estaba una de mis mejores amigas con una barriga de 37 semanas con ganas de estallar, normalmente las mujeres embarazadas tienen una temperatura corporal más alta de lo normal, me dijo, "tengo mucho calor, prende el ventilador por favor", acto seguido me levanté de la cama y encendí el ventilador, me acosté en los pieceros de la cama para evitar el aire frente a mí, por mi rinitis, pero fue inevitable, lentamente mis ojos se fueron cerrando...
De inmediato me pasé a mi cama, creo que no dormí más de hora y media, no sé porqué, pero por alguna extraña razón desperté con una estúpida sonrisa en mi rostro, y no es porque estuviese pensando en alguien, la verdad no tengo en quien pensar, tampoco me es necesario, pero me puse a pensar y creo que esta sonrisa que aún no se borra, en mi vocabulario es sinónimo de tranquilidad.
Tuve noches difíciles, de lágrimas y desvelos completos, hoy ya no siento dolor, es más, aprendí a no contestar algunas llamadas ni a responder mensajes, todo por amor y respeto a mi misma, mi tranquilidad es el reflejo de que ya cerré un ciclo, donde escuchar un nombre o ver a una persona ya no produce absolutamente nada en mi, ni siquiera tristeza, simplemente dejó de importar, y los años que pasaron se quedaron en un baúl que jamás volverá abrirse.
La promesa más difícil de cumplir es aquella que te haces a ti mismo como ser humano, pero cuando llega el día que sin darte cuenta te cumples lo prometido descubres en lo más profundo de ti un inmenso orgullo, felicidad y tranquilidad, recuerdas que fueron largas y eternas las noches en soledad inundadas de lágrimas, despertar y mirar al espejo un rostro triste, cansado, agotado y decepcionado, tratar de entender porqué te sucedieron cosas que no creíste merecer, hacerte mil veces la misma pregunta ¿Por qué a mí? hasta llegar al punto de decepcionarte de tu propio ser, porque la rabia, el dolor y la tristeza te hicieron tomar pésimas decisiones, quizá no te arrepientas, pero sabes que hay cosas que jamás te permitirás repetir, por amor y por respeto a ti como persona.
A pesar de todo me atrevo a hacer una comparación, dado que no sé mucho sobre amor ni sobre plantas, en mi vida lo más parecido al amor lo puedo describir como uno de los momentos más difíciles, hay una frase muy trillada y cliché que dice: "El amor es como una flor, si no lo riegas se marchita", bueno, yo creo que mi flor nació y murió siendo una semilla, es decir, la mía jamás floreció. Teniendo en cuenta mi poca experiencia con amores y con plantas, hay una en especial que me encanta, me parece la más preciosa del planeta verde, la Margarita Amarilla, si quiero que mi planta florezca y su belleza permanezca debo regarla a diario y no esperar que otra persona lo haga por mi, si muere es mi única responsabilidad, mi teoría aplica para el amor propio y para el amor compartido.
Comentarios
Publicar un comentario