ANTONIO, SE LLAMÓ


Aquel día hubo más lágrimas que lluvia, 
La noche era tan fría como esta, 
Los domingos eran tan solitarios como este, 
Sin abrir sus ojos nunca más y sin hablar, 
Devolvió su cuerpo a quien se lo prestó, 
Y así, sin darse cuenta se despidió... 
De las tres últimas mujeres a quienes amó. 
De María la que por más de 50 años le cuidó,
De la María que vio nacer, crecer y florecer,
De la última María, la más joven quizás,
La que nunca su sangre llevó, 
La que por más fuerza, coraje y valentía, 
Y por ser el sostén de las dos mayores se quedó en aquel panteón. 
La distancia entre ella y el suelo era Él, 
Abrazó el caparazón que lo cubría de pies a cabeza, se quedó hasta escribir la última letra del epitafio, antes de que el semento lo sellara para siempre.

Y aunque la vida perdió, su alma siempre vivió.
                            Antonio, se llamó. ❤️
              04/03/1925 - 09/02/2013 


 

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